Foto: Chicho. Calderón, de Pier Paolo Pasolini (1988)
El lugar de la escritura dramática en el proyecto de Guillermo Heras
Por Eduardo Pérez-Rasilla
El Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas (CNNTE) constituye una de las empresas institucionales destinadas a potenciar y a dignificar el teatro, y las artes escénicas en su conjunto, y a apuntalar el proyecto democrático desde el territorio de la cultura. Un país, que apenas acababa de salir de la larga dictadura, no sin obstáculos, rémoras, retrocesos y tentativas nada sutiles de retorno al pasado, quería construir las bases para el desarrollo de una cultura democrática o, también y complementariamente, para una democratización y modernización de la cultura. El teatro, las artes escénicas, tuvieron un lugar digno en el proyecto, aunque a algunos o a muchos pudiera parecerles (o parecernos) insuficiente, sobre todo si se compara la situación española con la de otros países europeos. Pero si se compara con la mísera dimensión que al teatro público había concedido la dictadura, ha de reconocerse que en unos pocos años el teatro público experimentó un notable crecimiento. Otra cosa es lo que vino después. A la temprana puesta en marcha del Centro Dramático Nacional, en 1978, se sumaba, ya bajo el mandato del primer gobierno socialista, la creación del CNNTE en 1984 y, poco después, en 1986, la constitución de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. A la inauguración de estas entidades teatrales se añaden la creación o la recuperación de Festivales y eventos de gran formato, y las propuestas de las entonces emergentes comunidades autónomas. O el fortalecimiento del algunos teatros municipales, muchos de ellos rehabilitados en colaboración con el entonces denominado Ministerio de Obras Públicas.